JOSEP-RAMON OLIVÉ Y FRANCISCO POYATO

Un recital de mélodie française en el Arriaga, para 2025. La idea de dedicarlo a Maurice Ravel es tan tentadora como natural. Y lo es especialmente en el año que conmemoraremos el 150 aniversario del nacimiento del genial compositor nacido en Ziburu, Iparralde, un 7 de marzo de 1875. En este recitalhomenaje, aparte de piezas de Ravel, los artistas darán cabida a compositores contemporáneos a él, para los cuales la mélodie ocupa un lugar esencial en su obra.

El programa incluirá al venezolano Reynaldo Hahn de Echenagucia, también de ascendencia vasca como Ravel, con quien además compartió pupitre en el Conservatorio de Paris. También al amante de la Catalunya Norte y de la música mediterránea, Déodat de Severac, miembro de les Apaches, club de amistades musicales de Ravel, al que también pertenecían Viñas, Caplet, Falla o Stravinski. O Lili Boulanger, que al igual que Ravel, estudió con Gabriel Fauré. Lili, de familia de músicos, fue una compositora de una prolífica obra de inusual profundidad para su corta edad o quizás debido a ella -murió con 24 años, tras una vida marcada por la enfermedad-. Lili compartía con Ravel el interés por la música folclórica y oriental.

Acabaremos el recital con Poulenc, el mayor escritor de mélodie del siglo XX. Una obra sobre el suceso que marcó a la humanidad en este período: la guerra. Poulenc estuvo en el frente con 40 años cumplidos. Como Ravel, o como Hahn. Estos dos en la primera y Poulenc en la segunda guerra mundial. Calligrammes, ‘poemas de la paz y de la guerra’, escrita por Guillaume Apollinaire entre 1913 y 1916, en el frente, fue musicada por Francis Poulenc en 1948.